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Pluma Joven A.C. es una organización juvenil que promueve la lectura y escritura como un medio para el desarrollo de una mejor sociedad. Somos un equipo de trabajo siempre abierto a recibir nuevos miembros en un ambiente de compañerismo y diálogo, así como un conjunto de espacios para la libre expresión, crítica y retroalimentación para cualquier individuo con inquietudes literarias, construidos de jóvenes para jóvenes.

lunes, 7 de noviembre de 2011

El Jazz del Diablo (cap 10)


Capitulo 10: La llamada.
Kevin abre sus ojos en una habitación completamente desordenada, periódicos viejos tapan las ventanas y pegados a los paredes hay mapas y notas. El suelo esta lleno de polvo, y su cama completamente desordenada.

Ya ha pasado un día de lo ocurrido en el casino y la mente de Kevin todavía no logra hallar respuesta lógica a lo ocurrido; el infierno ya sabe del fracaso de su misión, pero Kevin prefiere no informar a que se debió; aunque que mas da el Diablo ya debe de estar enterado de aquella chica.

Al levantarse de la mugrienta cama se dirige a las ventanas y arranca los periódicos para poder ver al exterior. La luz entra con fuerza a la habitación y le deja cegado por un par de segundos.
En el exterior puede ver como las naves se amontan en el cielo, y como el mismo está cubierto por una capa gris, y al bajar un tanto la mirada puede ver las calles atestadas de vagabundos y de gente muerta de hambre. Ellos son lo más bajo que puede existir, muchas veces son tratados como animales en vez de personas, la mayoría sobrevive como criminales, ya que no muchos son los filantrópicos que quieren destinar su capital a ayudar a un grupo de personas que escasean casi por completo de oportunidades para sobrevivir.

Ver este tipo de escenas hace que Kevin pueda comprender porque odia tanto a las personas, tan egocéntricas, tan enfermas, pueden ver a un pobre niño caer muerto y lo que más les consterna es el  mal olor del cadáver. Siente un desprecio terrible ante la sociedad en la que tienen que sobrevivir. ¿Qué paso con la Nueva Orleans llena de alegría y música? Esa de la que hablan los libros de texto. Muchos llegan a decir que todo esto fue culpa de la guerra, pero Kevin no cree que ese sea el verdadero problema, el sabe que hubiese guerra o no, así es la raza humana.
Siempre y cuando no le pase a ellos o a alguien cercano, no les interesa.

Lentamente estira su cuerpo mientras que ve un papel en el cual horas atrás había tratado de hacer un retrato de la chica con la que se encontró la noche pasada en el casino, basándose simplemente en sus recuerdos. Con frustración exhala un suspiro y se dirige al baño para lavarse la cara; pero al llegar mira atreves del espejo una figura negra.

-Vaya… ahora ¿Que tienes para mí?
-Tenemos un problema con un traidor- Responde la sombra.
-¿Traidor? ¿Un pactante?- Cuestiona Kevin
-No, un demonio.-
- ¿Qué acaso trata de darse a la fuga al mundo carnal?- Cuestiona Kevin mientras prende un cigarro.
- Efectivamente, esta aprovechándose de un pobre diablo para realizar su traslado. Ya sabes que hacer.- Finaliza la figura.
-Me fascina como ya no se toman la molestia de darme direcciones. 

viernes, 14 de octubre de 2011

El Jazz del Diablo (cap 9)


Capitulo 9: Misión

El silencio reina habitación en la cual fue citado el padre Jonathan, un joven de apenas unas  25 primaveras. La habitación resulta ser más fría que como suele ser, espera impaciente que las puertas de la entrada se abran, lleva alrededor de dos horas esperando.

Lentamente se inicia a abrir los doradas puertas de la habitación y entra a la sala el Camarlengo, con un atuendo bastante formal y oscuro.
-¡Señor!- Dice Jonathan recibiéndole con un beso en su anillo.
-Puedes descansar Padre Agustín- Dice con arrogancia el Camarlengo.
-¿Se puede saber para que me ha citado en esta fecha tan particular?- Pregunta. – ¿No debería estar ocupado con las vísperas que son?...-
-Tenemos un asunto de extrema urgencia que supera en importancia al aniversario de la noche negra.- Responde el Camarlengo paseando su mirada por la habitación.
-¿Qué puede ser más importante?-
-Nos han llegado unos rumores, que de ser ciertos… todo lo que conocemos peligraría.- Responde el Camarlengo posando sus penetrantes ojos en el rosario que porta Jonathan en la mano.
-¿Qué tipo de rumores?...-

La habitación se queda en silencio por alrededor de un minuto, un silencio tenebroso y lleno de suspenso para el padre Jonathan.
-Jonathan… ¿Usted cree que Dios cuida a sus hijos?
-¿Disculpe?- Pregunta confundido Jonathan.
-Que si crees que Dios nos cuida.
El joven permance unos instantes en silencio tratando de comprender las palabras del Camarlengo. – Si, yo nunca he dudado que Dios guía nuestro camino.
-…En momentos como estos… hasta el hombre con mas fe dudaría de su apoyo en una situación como esta.
-¿Cual es mi misión?- Cuestiona el padre.
-Deber ir a América e investigar los rumores que nos han traído los Animas Devoratrix del sector este. Dicen que pronto se completara el Ciclo de Jehova y la prueba será hecha…

Jonathan queda estupefacto al oírlo, no cabe en su cabeza aquellas palabras, y sin darse cuenta suelta su rosario, cayendo y resonando al golpear el suelo.
-Debe estar bromeando… 

lunes, 10 de octubre de 2011

El Jazz del Diablo (Cap 8)


Capitulo 8: El incendio


La bestia de un brinco salta a un costado de la nave que manejaba Nikolai cerca de las llamas; clavando sus garras en el brazo izquierdo del joven. Este en respuesta suelta un profundo grito de dolor e intenta quitarse a la criatura de encima, pero por su distracción pierde el control de la nave y esta se dirige peligrosamente al fuego que se apodera del edificio.

La criatura de un brinco se aleja de la nave cayendo entre las llamas, mientras que Nikolai trata de retomar el control de la nave sin éxito, la nave se estrella con fuerza contra el suelo del estacionamiento y por la velocidad que llevaba se desliza por la superficie golpeando varios autos estacionando y provocando que algunos caigan del edificio dirigiéndose en picada contra el suelo.

El demonio se acerca cautelosamente a la nave estrellada, que se encuentra acostada en un costado y con su combustible cayendo al suelo, es solo cuestión de tiempo antes de que vuele en pedazos, pero prefiere asegurarse que el Animas Devoratrix se encuentre realmente muerto.
Se asoma por la puerta del copiloto para intentar a ver a Nikolai, pero un resplandor procede del interior de la cabina e impacta en la mandíbula de la criatura, sacándola volando por los aires y cayendo con fuerza sobre un auto.
Del interior de la cabina surge Nikolai lleno de heridas causadas por los vidrios rotos, sin mencionar las profundas marcas de su brazo izquierdo causadas por la criatura. De un salto sale de la cabina y lleno de ira se dirige a la criatura, la cual herida trata de huir.

-Se acabo… - Dice solemnemente Nikolai mientras que levanta su brazo derecho, y sus tatuajes se iluminan mientras que prepara para disparar su poder por ultima vez contra de la bestia.
- No amigo... te equivocas… esto apenas… ¡Acaba de iniciar! –

Mientras que la criatura hablaba las llamas alcanzaron el combustible de la nave y esta estalla con un golpe titánico que saca por los aires a Nikolai. Cae destrozando con su cuerpo la red de seguridad que rodea el estacionamiento y cae del edificio. El demonio que ya esperaba el estallido logro ponerse a cubierto detrás de los autos, tras unos instantes se asoma para ver lo ocurrido, inicia a recorrer el estacionamiento hasta que logra ver la red de seguridad destrozada, es mas que evidente que el Animas Devoratrix a caído del edificio, debe de estar muerto.

La bestia inicia a reír de formar burlona cuando de pronto un resplandor blanco la golpea de nuevo en su mandíbula y sale volando a las llamas, llena de dolor se retuerce y con desaparición sale con graves quemaduras. Del borde del techo se asoma Nikolai el cual al momento de destrozar la red logro sujetarse evitando caer del edificio; de forma dolorosa sube al estacionamiento y estira sus brazos con dolor.

-Para ser un enfermo eres mas resistente de lo que pareces…- Dice lleno de odio el demonio.
-Dios es quien me da la fuerza para enfrentar el poder del diablo.- Contesta mientras que apunta con su mano.
- Dios murió mucho antes de que la humanidad hubiese nacido. – Responde la bestia mientras que inicia a esconderse entre el humo que provoca el incendio.
- Tus palabras no son mas que mentiras. – Dice mientras que busca con la mirada a su enemigo.
- Que imbécil eres, te dejas engaña por otros humanos, y cometes actos que van contra de tus propios principios… - Dice entre el humo el demonio.
- No se cuales sean tus motivos para dañar a las criaturas de la luz, pero te aseguro que tus causas no son mas nobles que las mias. – Murmura Nikolai mientras que se adentra en el humo.
- Lamento contradecirte pero… yo lo único que hago es salvar tu mundo. –
- ¿¡A base de tus homicidios!?- Grita Nikolai.
- Yo solo participo como parte de un plan maestro. – Murmura la bestia.
De golpe Nikolai gira al ver una sombra pasar a su lado y dispara su rayo al humo, no logra darle a la criatura.
-Y amigo mio tu solo complicas mi misión…-

Y de un fuerte impacto la bestia se abalanza sobre el Animas Devoratrix y comienza a atacarlo con sus garras. Con fuerza responde Nikolai golpeando el abdomen de la criatura cuasando que pierda el aliento y dándole la oportunidad al joven de que tome su cabeza y la estrelle con fuerza contra el suelo. El golpe produce un fuerte crujido de las fauces de la bestia, y esta inicia a escupir sangre.
Nikolai intenta levantarse pero la cantidad de humo le impide respirar bien y se encuentra desorientado.

-Eres un simple humano metiéndose en cosas mas halla de su comprensión…- Dice la bestia mientras que inicia a levantarse.
- No hay nada que comprender.- Dice Nikolai mientras que dispara su rayo contra del demonio. Este alcanza a esquivar de un salto y se esconde detrás de los escombros de la primera nave que se estrello.
- Yo solo era la carnada… - Contesta el demonio.
- ¿Carnada? ¿De que estas hablando?- Cuestiona Nikolai entre tocidos.
- Yo busco al que en un futuro tendrá el poder de acabar con todo…-
-¿De que rayos hablas?- Dice Nikolai mientras que se aleja del humo para poder respirar.
- Muchos hemos visto el futuro… mucho peligra… la gran prueba se acerca…- Dice el demonio mientras que sale de su escondite y se muestra ante Nikolai.
- Lo que dices es ridículo… ¡no tiene sentido! ¿¡Por qué sales de tu escondite demonio!?- Dice mientras que apunta su brazo.
- Porque desde hay no te deberías preocupar por acabar con mi vida… sino conservar la tuya- Contesta con una macabra sonrisa.

El suelo en el cual se encuentra parado Nikolai se inicia a desmoronar por culpa del incendio, deprisa corre tratando de salvarse, pero la bestia aprovecha y salta atacándole y azotandolo contra el suelo.
-Se acabo “Animas Devoratrix”. – Dice el demonio.

Nikolai con el pecho al suelo intenta con todas sus fuerzas respirar pero el humo y el peso de la criatura se lo impiden. Lentamente la bestia alza sus garras para acabar con la vida del joven, pero sin previo aviso el suelo bajo de ellos se derrumba y caen rodando al piso inferior.
La bestia cae sobre una viga de acero que atraviesa su abdomen, mientras que Nikolai cae sobre un auto. La criatura grita de agonía y lentamente se levanta sacándose la viga. Mientras que el joven se levanta y se lanza contra de la bestia aprovechando su estado de debilidad y le safa la mandíbula de un golpe y detiene sus garras con las cuales planeaba contestar el ataque.

-No sabes lo que haces… - Dice la criatura mientras que forcejea.
- ¿¡Qué es lo que realmente buscas demonio!?- Cuestiona Nikolai.
- ¡Busco el “Ciclo de Jehová”! ¡Antes de que caiga en las manos equivocadas!-
Aquel nombre retumba en la cabeza de Nikolai. No es posible que aquel cuento sea cierto, no es mas que un mito, una blasfemia al nombre de Dios. Sin darse cuenta deja de sostener a la criatura, la cual cae al suelo llena de agonia, la sangre corre con fuerza de su abdomen, esta muriendo y nada puede hacer para detenerlo.
-He perdido…- Dice la criatura mientras que ve su perdida de sangre- Pero tu tampoco has ganado… simplemente te has condenado…
El Animas Devoratix levanta su mirada para ver a la bestia.
-Ahora esta guerra también es tuya… no dentro de mucho el cielo se volverá rojo y la gran prueba se hará; un simple mortal podrá destruir a toda la creación de Dios… y por lo que veo… tu tal vez seas el único que puede detenerlo…
Nikolai mira extranado a la criatura.
-¿Por qué yo?-
-Tu poder te da una ventaja sobre de él….- La criatura inicia a perder el sentido.

El joven suspira tratando de tranquilizar sus nervios, sin duda alguna a sido la batalla mas feroz que jamas a tenido. Y lentamente se acerca a la criatura y posa su mano sobre su abdomen, y de forma lenta extrae el alma negra del demonio. Una pequeña esfera negra con marcar rojas, que entra a la Rosacruz tatuada en la palma de la mano de Nikolai y la absorbe. Un resplandor rojo sube por los tatuajes del joven y llega a sus pulmones. Donde el alma se transforma un humo mas oscuro que el del incendio y con dolor el Animas Devoratrix lo toce.
Ese es el proceso al cual llaman “devorar una alma”, arrancarsela al demonio y destruirla dejando simplemente humo. Y también es por ese motivo que Nikolai tiene cancer, aquel humo es mas toxico que el de mil cigarros.

El edificio se inicia a desmoronar en lo que llega el sistema de incendio, un grupo bastante patético que apenas cumple su función, no tienen capital como para usar equipo nuevo, por lo cual todo lo que usan es basciamente obsoleto, sin mencionar que acuden bastante tarde a cualquier alarma de incendio.

Nikolai abandona el edificio robando uno de los vehiculos estacionados, al que vio menos danado por el incendio.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Te gusta sufrir- Soltando Tinta


El sufrimiento provocado y las sonrisas calladas

No cabe duda que a los seres humanos nos encanta sufrir. Somos individuos tan poco acostumbrados a disfrutar, al grado de que cuando nuestro entorno nos entrega mil posibilidades de sonreír, nosotros buscamos dos mil de que quejarnos; ¿o no?

La estabilidad es efímera, llega y subsiste por breves momentos en ocasiones imperceptibles, tenemos todo a nuestro alcance y seguimos buscando más, imaginamos modelos de la vida ideal y la vida misma deja de ser el único motivo de la existencia. No sabemos qué queremos y sin embargo queremos más. No nos damos cuenta, pero inconscientemente, en un ritmo permanente, vivimos con la única intención de que pase el tiempo, ese tiempo que es nuestro fiel compañero y fiel verdugo que nos atrapa en la permanente tendencia y la irónica añoranza de crecer, de imponer cercanas metas que también son preocupaciones, el sueño de graduarnos, el anhelo de conseguir un mejor trabajo o la ilusión tener un hijo, e irremediablemente, la nunca trazada pero siempre existente meta de envejecer, envejecer a un ritmo que creemos lento, pero que va con la misma rapidez con la que las estaciones cambian, cada día más notorio, en una acción que ocurre cada segundo.

Cuando eres niño no es tan sencillo no percatarse de ello. Una característica de la infancia digna de extrañarse y admirarse en cada infante es esa capacidad para aislar el sufrimiento, el don natural de no tener metas a futuro más que pensar que comeremos saliendo de la escuela o inventar una forma de faltar a responsabilidades sin consecuencias, pasar horas jugando o sonriendo inocentemente.

De mi infancia extraño poder mantenerme atento a una caricatura, pensar que podría ser profesional en algún deporte; disfrutar en un columpio; comer un chocolate sin pensar en la calorías o carbohidratos, poder hablar sin cuidar cada palabra, poder ir por la vida buscando amigos para pasar el rato y no relaciones de conveniencia.

Al final, todo pasa. Vamos olvidando poco a poco esa facilidad para sonreír con holgura, la capacidad de ser felices sin esperar nada a cambio, la facultad de evadir los problemas escudándose en nuestros padres o simplemente, la magia de una esporádica risa cuando sabes que lo que hiciste está mal. Crecemos y nos desarmamos, nos desnudamos, nos volvemos vulnerables al sufrimiento, aprendemos a ser tanto una parte de los demás y ser menos nosotros mismos.

Pero al final, todo está dentro, todo. Se sufre, se rie, se goza y ¿Qué es lo que más se recuerda? El dolor. El ser humano es capaz de aprender de cada cosa, de cada momento, de cada caída y acierto. Es responsabilidad de nosotros aprender más de los logros que de los errores, disfrutar más los buenos momentos que las agonías, sonreír ante la tempestad en vez de sollozar en medio del gozo, vivir la vida viviendo y sofocar el sufrimiento.

¡Una sonrisa no cuesta nada!
Sufrir es un poco más caro.

Tan Mexicano- Soltando tinta


TAN MEXICANO
18 DE SEPTIEMBRE 2011

Cristian Vázquez


Recuerdo mis primeras andanzas en el mundo de la escritura, un niño buscando reflectores y micrófonos, confiando en su palabrería innata y su tono de voz grave.  Recuerdo, como si fuera hace poco tiempo (porque lo es), que tomé una hoja de papel y comencé a hablar sobre “la educación en México”, como si estuviera hablando de baloncesto o futbol, lanzando juicios al aire y razonamientos inocentes, soñando con mi estancia frente al público, “solucionando” los problemas nacionales, recibiendo aplausos.

Recuerdo mi primera vez.  Recuerdo la emoción de “estar haciendo algo por mi México”, la pasión de cada palabra, la emoción que provocaba cada frase, cada énfasis y grito al aire. Mi primer discurso, mi primer análisis, la primera vez que conocí esa sensación que te da estarle escribiendo a la patria, tu patria.

Después de ello fruto de la acción y el gusto que se fue desarrollando, vinieron diversos concursos, discursos, poemas, ensayos, incluso cuentos; textos y textos a mi país, análisis y reflexiones de lo que entendía por "crisis", por "problemas", lo que tenía al alcance, lo que la ignorancia me dejaba ver, lo que podía exprimir de mi revoltosa cabeza.

Poco a poco me di cuenta que entre más sabemos, más ignoramos. Que mientras indagaba más de realidades políticas, de esquemas sociales, de situaciones económicas y verdades universales, más desconocía de mi propio papel como analista, mi propio papel como escritor, mi propio papel como individuo. Descubrí que automática e imperceptiblemente al escribir para México escribía para mí, que intentando conocer de mi país me encontraba a mi mismo descubriendo mi propia orientación ideológica, mi propia filosofía.

¿Pero que es de mi México? Que ocurre cuando nos vemos inmersos en la crisis (social, no solo económica) , en el hambre (cultural, no solo física) , en la dependencia (de identidad, no solo política). Y mientras tanto ahí estamos nosotros, buscando nuestra propia personalidad, en vez de luchar para que lo que somos, ese alter-ego de nación, encuentre LO QUE ES, no lo que fue; lo que es.

Debo de admitir que cada vez me cuesta más trabajo escribir de mi México. Pues hay tantas cosas de que hablar, que hoy que se celebra un año más, únicamente quiero hablar sobre el breve manto de la ignorancia. El estéril terreno de la apatía en el que pisamos y pocas veces abundamos dentro del suelo nacional que se va volviendo el suelo del automatismo, el suelo del recuerdo encerrado, de la ambición dormida, de la sumisión conformista.

Y no pierdo la esperanza, creo que jamás la perderé. Porque aunque el sistema se encuentre tan vulnerable que parezca venirse abajo, que cada mexicano parezca tener dispersa su conciencia,  aunque aparentemos caminar hacia un lado distinto cada quién, estoy convencido de que estamos muy lejos de la meta, pero que estamos a unos cuantos centímetros de dar el primer paso. El paso más sencillo que se tiñe de imposible; el paso de la conciencia, el paso del entendimiento, el paso de ser menos ciudadanos y ser más mexicanos. Creo en que podemos romper esa barrera, dejar de soñar en vencer el narcotráfico, en solventar deudas sin sustento, en depender de soportes externos, dejar de soñar y reflexionar; aunque lo nieguen, se puede dejar un poco de pensar en el hambre física para aculturar el alma, la solución no son las palabras, no son los gritos; es la conciencia.

!Y que estoy diciendo! !Lo que medio mundo dice! pero saben, !Que bueno que mucha gente lo diga! quiere decir que al menos una persona más ya está consciente de lo que es ser Mexicano. Así que no tomes esta palabrería como algo más, tómala como un exhorto a conocerte, a descubrirte, a pensarte; a escribirte.

Es hora de que cada joven intente caer en cuenta lo que significa ser él, lo que significa ser ciudadano, lo que significa ser parte de algo, parte de un país.  Es hora de ese momento tan utópico, tan paradójico, tan indispensable. Tan “Mexicano”.

Me leo y me siento tan inocente... !Eso es tan satisfactorio! 

Cristian Vázquez.

Lee y Escribe- Soltando tinta


LEE Y ESCRIBE


Soltando Tinta 

JUEVES 15 DE SEPTIEMBRE DE 2011

Por Cristian Vázquez.

"Lee y Escribe"


Dentro de la cultura nacional y específicamente la ensenadense (porque es la que tengo a la mano) , no existe una adecuada educación familiar y escolar hacia los hábitos lectores y escritores. Los niños crecen preocupados por sus evaluaciones escolares y resultados basados en escalas de 1 a 10, viéndose ante la permanente necesidad de memorizar conceptos y resolver problemas. Desarrollan habilidades receptivas conforme avanza su crecimiento cronológico y el papel de los padres suele ser estimular la capacidad de memorización de los hijos, antes que fomentar la búsqueda de capacidades que complementen su desarrollo.

(¿Que ocurre después?)

En el transcurso de la educación básica a la media superior, el joven se ve ante la necesidad de replantear los hábitos de vida que en un principio representaban la dependencia total de las decisiones de los padres y mientras se ve requerido de razonamientos y determinaciones que trascenderán en el transcurso de su vida, se va viendo ante la mera urgencia de desarrollar nuevas habilidades de reflexión, la urgencia de adquirir nuevos conocimientos (o aprendes o te jodes).

(Ahí viene el verbo intenso)

Por ello, es un hecho que la lectura y la escritura en los jóvenes y niños de nuestro país es una necesidad que llega de pronto, que brota con los años; una necesidad que se puede volver un cierto martirio cuando se antepone a nuestros hábitos de vida mal enfocados a la tecnología y los medios de comunicación, al mero transcurso de tiempo que representa la etapa estudiantil, una que según se piensa, “tarde o temprano terminará” y así como así se llegará a la responsabilidad del desempeño profesional, teniendo como única base la desnuda y vulnerable calificación.

(Ya casi viene la idea principal)

¿Qué hacer cuando los jóvenes ven a la escritura como un castigo? Cuando la lectura de un libro representa una tarea más, o la elaboración de un ensayo significa sacrificar facebook por un par de días, ¿Qué hacer cuando el joven se encuentra entre la espada y la pared?  no es nada sencillo romper contra los esquemas que se han ido desarrollando en él desde años y años atrás, cuando los exámenes de opción múltiple eran lo equivalente a la redacción de 3 hojas que hoy tiene enfrente.

(Last message)

Hace falta ver la conveniencia de la lectura más allá de cómo una simple herramienta para obtener una calificación, comprender que ésta y la escritura son reflejo de nuestra misma personalidad, de las percepciones permanentes que yacen en lo profundo de nuestra psiquis, de la esencia humana que nos hace distintos, que nos hace únicos; que nos hace ser.

Leer y escribir es de las pocas maneras de comprobar que pensamos.

Solo un poco de reflexión aprovechando el tiempo, estrenando la columna.

Cristian I. Vázquez González.

Circulo vicioso- Soltando tinta


Soltando Tinta

AGOSTO 2011
CRISTIAN VAZQUEZ

"GRANITO VICIOSO"

El mundo es una pequeña esferita azul que flota en una pequeña parte de la galaxia en una remota sección del inmenso universo. Tan pequeño como un granito de arena, su insignificancia cósmica es también majestuosidad humana, la única realidad que conocemos. ¿Qué es de nosotros sino más que un pequeño grano de arena, dentro de un grano de arena? ¿Y qué ocurre dentro de esa diminuta partícula a la que hacemos llamar “tierra” y que creemos podemos mover, modificar, hacer y deshacer a nuestro antojo?.

El tiempo ha ido moldeando la intelectualidad del ser humano, anulando instintos, despertando ambiciones; modificando estructuras. Hemos venerado piedras, venerado astros, venerado animales, sombras; el ser humano siempre busca, ha buscado y buscará un sustento espiritual y motivacional. Ocurre que mientras el tiempo transcurre, veneramos menos entes naturales y anulamos nuestra adoración por entes espirituales, dejando entonces un profundo vacío en medio de dos conceptos/impulsos que a lo largo del tiempo han regido la existencia, colocándonos en el engañoso terreno de la tendencia acumulativa, situando como base y punta de la sociedad a la economía (el billete para los "compas") ; anteponiéndola más que como un recurso, como el medio para regir la realidad.

Lo que ocurre en el mundo va más allá de fenómenos hipotecarios, dicen las lecturas. Trasciende entre las malas decisiones y las estructuras endebles, situar con comodidad una ideología insustentable como la norteamericana basada en el “Me, Me, Me” (yo, yo, yo) nos ha dejado como en el principio de los tiempos, sin fin ni método. La información transita con premura por los rincones de nuestro granito de arena, así que es más fácil criticar; sin embargo es más difícil actuar. Es importante conocer lo que está a nuestro alrededor, tomar en cuenta lo que tenemos en nuestras manos, salir por un momento del círculo vicioso y verlo desde afuera; ¿Porqué no querer saber más? ¡Es nuestro mundo! Es increíble como ignoramos por querer (sin querer) ser ignorantes, como aceptamos ser solo uno más del ciclo permanente; Pues si bien, estamos tan cerca de la crisis, ¿Porqué no vivir nuestras propias crisis? ¿Porqué vivir adorando a quien solo se adora a sí mismo?

Vaya que somos un granito de arena globalizado.

Decir- Soltanto Tinta


“Decir”
Soltando Tinta
Hace tiempo que tenía arrinconado en mi cabeza, como torturándome, el impulso de hace unos meses que de la nada me llevó a iniciar estas reflexiones, hoy, me reencuentro solo, frente a la pluma, dispuesto a luchar contra mis dudas acerca de sobre que escribir el día de hoy. Y mientras mi “inconsciente conciencia” se debate, me “Digo” a mí mismo que es inútil tratar de buscar un tema, creo que el “chiste” de este ejercicio es que el tema nazca por sí solo, que surja de las entrañas del día con día, de conversaciones, cuentos, noticias, momentos; sentimientos propios de la realidad mía y de cualquiera. Hablando conmigo mismo (con la locura que implica) traigo a mi mente conversaciones recientes que hacen iniciar la piedra al aire del día ¿hablar? Mostrar, expresar, dialogar… Las cosas, las palabras que decimos y que aparentamos pensar desde el punto de vista social o de convivencia, dialogo e intercambio de ideas. ¿Qué decimos? Entre más el mundo se me o conozco de “poquito en poquito” me doy cuenta de lo difícil que aparenta ser que “alguien” (quien sea) diga lo que piensa.
Hace tiempo que tenía arrinconado en mi cab

Las conversaciones, los debates y hasta las discusiones son parte de la vida de los 9000 millones de humanos en nuestra tierra y la pulcritud de la palabra/letra es cosa de unos pocos. La “estrategia” oral, acomodar lo que dices, lo que piensas, tu manera de enseñar, de expresar, de fingir… es uno de los tantos canceres del siglo XXI. Mientras la estructura moral se debilita, la palabra Honor se desvanece en la letra “H” del abecedario y en los valores de uno que otro privilegiado.

Convivimos, nos miramos, planeamos y modelamos frases a nuestro favor, discursos momentáneos con un fin especifico, expresando lo que queremos decir y hasta lo que sentimos; pocas veces lo que realmente pensamos.

Aún no quiero introducirme en la subjetividad  de los términos deshonestidad o falsedad, creo que es propia de nuestro libre albedrío la capacidad de elegir que decir o que callar y cómo hacerlo; pues después de todo somos nosotros los que padecemos las consecuencias de nuestras palabras (y actos) ¿Cuántas peleas con la pareja no son provocadas por frases mal dichas? Errores empresariales, órdenes, frases o mensajes mal enfocados que no causan la reacción esperada y desencadenan consecuencias poco favorecedoras.

Hablar, decir, pensar… ¡Todos lo hacemos” ¿Correctamente? ¿Que tanto meditamos nuestras palabras, cuantas veces procuramos lastimar lo menos posible, dejar de lado la pasión del sentimiento y llenar de la razón del pensamiento centrado a lo que expresamos? Es cierto, para expresarse con la finura adecuada es necesario estudio, lecturas, conocimientos de expresión oral y física y cientos de métodos que hasta desconozco, más la piedra no vuela por esos aires. Creo que cada quien tiene en su conciencia las veces en las que habla sin pensar o pensando en engañar; mal manejando la verdad o la realidad de las cosas. Cada quien dice lo que piensa/siente a su propia manera, según su propia forma de pensar/sentir (valga la redundancia) y al final y al cabo, no hay mejor juez que nuestro juez interior. ¿Qué tanto cuidamos lo que decimos? Porque (Sin pretender generalizar) decimos mucho, pensamos poco.

“Decir”.